La estrategia de la diversificación

Diversificar es una estrategia empresarial, lo que quiere decir que como toda estrategia deber ser planificada y no improvisada, ayuda a la empresa a definir el cómo y el cuándo. Al formar parte de la estrategia y no de la improvisación existe una evaluación previa sobre las fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas que la organización se puede encontrar en ese camino. En este punto de planeación estratégica de la diversificación es cuando se considera: 

 

  • Evaluar los riesgos y las oportunidades de diversificar: Una empresa debe evaluar los riesgos y las oportunidades asociados con diversificar su cartera de productos o servicios. Esto puede incluir considerar el impacto que la diversificación tendría en su modelo de negocio y en sus recursos financieros. 

 

  • Identificar objetivos y metas claras: Una empresa debe tener objetivos y metas claras para su diversificación, ya que esto le ayudará a mantenerse enfocada y a tomar decisiones informadas. 

 

  • Utilizar un enfoque sistemático: La diversificación debe ser parte de un enfoque sistemático y bien pensado para el crecimiento a largo plazo de la empresa. 

 

La adquisición, creación o transformación de nuevas áreas dentro de una empresa, no se trata de un arrebato de improvisación, sino de una apuesta a medio plazo a lo que hay que dedicar recursos. El éxito de un buen equipo es minimizar esa inversión para sacarle el máximo rendimiento. 

Vivimos en una coyuntura económica VUCA total, debido principalmente a la incertidumbre y la volatilidad que caracterizan a muchos mercados: energía, plástico, combustibles… Las reglas de juego cambian de forma continua, y un proyecto de más de doce meses en una organización se ha convertido en un proyecto a largo plazo. Al diversificar la cartera de productos, una empresa minimiza el riesgo y se postula como una empresa ágil en la gestión, capaz de prever los acontecimientos e incluso adelantarse a los mismos.  

Sin ir más lejos, los ODS 2030 pueden afectar la diversificación de las empresas de varias maneras en este entorno VUCA del que comentábamos: 

 

  1. Priorizando la sostenibilidad: Algunos de los ODS 2030 se centran en la sostenibilidad, lo que puede impulsar a las empresas a diversificar sus carteras para hacerlos más sostenibles y responsables desde el punto de vista medioambiental y social. 

 

  1. Favoreciendo oportunidades de negocio: Algunos de los ODS 2030 pueden crear oportunidades de negocio para las empresas que se centran en productos o servicios relacionados con la sostenibilidad y el desarrollo sostenible. Por ejemplo, una empresa que se especializa en energías renovables puede beneficiarse del ODS 7, que se centra en garantizar un acceso a fuentes sostenibles y asequibles de energía. 

 

  1. La presión regulatoria: Los gobiernos pueden establecer regulaciones y políticas para apoyar la implementación de los ODS 2030, lo que puede afectar a la diversificación de las empresas. Por ejemplo, un gobierno puede establecer regulaciones para reducir la contaminación o incentivar la adopción de energías renovables, lo que puede impulsar a las empresas a diversificar su cartera hacia opciones más sostenibles. 

 

La diversificación estratégica puede tener varios beneficios para una empresa, tales como: 

 

  • Reducción del riesgo: Al no depender de un solo producto, la empresa se protege de cambios o fluctuaciones en el mercado que puedan afectar negativamente a una sola línea de negocio. 

 

  • Mayor estabilidad: Al tener varias fuentes de ingresos, la empresa puede mantener una fuente de ingresos constante a lo largo del tiempo, incluso en caso de que una de sus líneas de negocio no tenga éxito. 

 

  • Mayor flexibilidad: La diversificación permite a la empresa adaptarse a los cambios en el mercado y explorar nuevas oportunidades de crecimiento. 

 

  • Mayor atractivo para los inversores: Al tener una estructura de negocios más diversificada, la empresa puede resultar más atractiva para los inversores, ya que ofrece un mayor potencial de crecimiento y estabilidad. 

 

Pero también puede suceder que diversifiquemos sin tener en cuenta la estrategia de la empresa. En este caso, podemos terminar haciendo inversiones que no están alineadas con los objetivos y metas a largo plazo. Esto puede llevar a un uso ineficiente de los recursos y puede aumentar el riesgo si las inversiones no tienen éxito.  

Además, si la organización no está claramente enfocada en un conjunto específico de productos, puede ser más difícil para los empleados y otros stakeholders entender la dirección y propósito de la empresa, lo que puede dificultar la motivación y el compromiso. Por lo tanto, es importante asegurarse de que la diversificación se realice de manera estratégica y alineada con los objetivos.