
Alcanzar un objetivo no significa haber acabado nada
Desde un punto de vista Lean, los objetivos son solo herramientas que usamos para desarrollar nuestro potencial y el de nuestro equipo.
Sin duda es una herramienta de gran valor, nos enseña a organizarnos para alcanzarlo, a desarrollar kpi´s para saber si nos vamos acercando, a desarrollar nuestras habilidades analíticas para buscar contramedidas que nos acerquen cada vez más al objetivo, a priorizar estas contramedidas en función de su dificultad e impacto esperado, a ponerlas a prueba y fallar para darnos cuenta de que aun tenemos mucho que aprender sobre el proceso en el hemos fijado el objetivo, a desarrollar una metodología de mejora en equipo… pero alcanzar un objetivo no es el fin de nada, es solo un paso más hacia adelante en la comprensión que, como equipo, tenemos del proceso.
Uno de mis primeros jefes, un señor ya muy mayor, de esos que les encanta su trabajo y se niegan a jubilarse, me dió mi primera lección sobre los objetivos. Estábamos en una de las plantas del grupo y el proceso de calibrar las basculas era tedioso (sobre todo porque estaban como como a 30 metros de altura y en un espacio poco accesible) y me encargó reducir el tiempo de calibración a la mitad. Yo tenía un pequeño equipo de 3 personas, y con el encargo me olvide por completo de ellos. Me puse a diseñar utiles con el encargado de mantenimiento, con el que tenía muy buena relación, y apenas 1 mes tenía una solución para el problema de la calibración que, efectivamente cronómetro en mano, reducía el tiempo de calibración a la mitad. La presenté todo orgulloso, él llamo a mi equipo, les preguntó que habían aprendido sobre el proceso de calibración y al ver que prácticamente ni sabían de lo que le estaba hablando recibí una sonora y notoria bronca en vez de las felicitaciones que esperaba.
» No me importa que hayas conseguido el objetivo o no, me importa lo que habéis aprendido como equipo en el camino de conseguirlo. Ahora imagínate que te digo que te pongo de objetivo mejorar este año la cuenta de resultados un 20%… ¿Qué vas a hacer?. Cualquier necio puede conseguir ese objetivo, solo corta por lo sano el mantenimiento de la planta, prescinde de la mayor parte del personal, que ese sobre trabajo lo asuman los que queden y voila…. Este año el objetivo está conseguido y puede que el año que viene también (y en empresas de necios de oficina “observa números” hasta te llevarías un bonus por tu grandiosa gestión de la planta). Pero en realidad has destruido la empresa, en un par de años empezará a caerse a pedazos y los que quedan empezarán a marcharse porque estarán totalmente “quemados”. Pero tu, como eres listo, te habrás ido el primero y habrás vendido tu gran gestión a otra empresa de necios “observa números” que te pagarán más aun porque “tus resultados en cuento a consecución de objetivos” no admiten discusión. No me importa que no llegues al 20%, me importa lo que habéis aprendido sobre los procesos de esta planta, sobre nuestras máquinas, sobre cómo os comunicáis, coordináis y mejoráis, sobre el cambio cultural necesario para llegar al objetivo y cómo lo estáis abordando… «
En realidad si que le importaba por supuesto, nuestro objetivo fue incrementar la productividad de fabricación de una de las referencias 15% pero por el camino sostenible, con el cambio cultural y de comprensión de los procesos que asegurasen que ese 15% había venido para quedarse. Cuando lo logramos, estábamos eufóricos y ese instante nos dijo que, en realidad, no habíamos alcanzado nada. Los objetivos con solo puntos de paso… y nuestro próximo objetivo fue incrementarlo otro 15%.
Recuerda, alcanzar un objetivo no significa nunca haber terminado nada, solo son una herramienta más de mejora continua.