Lean implica una manera estructurada y científica de resolución de problemas.
Si me preguntáis por un símil de lo que supone la incipiente industria 4.0 al pensamiento científico Lean, diría que supone lo mismo que el diagnóstico por imagen supuso al pensamiento científico médico.
Antes llegabas al médico porque te habías dado un golpe en un brazo, el medico observaba el problema, seguramente tenía un buen estándar según los síntomas subjetivos que le comunicase el paciente y el aspecto real de la hinchazón del brazo. Es probable que después de un buen rato de análisis el médico llegue a dos o tres hipótesis sobre una posible fractura, pruebe algunas contramedidas para corroborar las hipótesis y recomiende realizar ciertos tratamientos, basados en elementos, en mayor o menor medida, subjetivos, donde cabía la ambigüedad.
¿Qué supuso el diagnóstico por imagen?. Ahora llegas al médico, usa la industria 4.0 médica y te hace una radiografía. ¿Qué aporta esa radiografía, esa industria 4.0 médica, al método científico de resolución de problemas médicos?
- Hace los problemas evidentes, sin ambigüedad, representa solo hechos y evidencias, no opiniones. La imagen de la portada de este artículo es una fractura de rodete no muy grave
- No solo representa hechos y evidencias, sino que lo hace de una forma totalmente automática, visual e inmediata (sin que nadie pierda el tiempo haciendo mil cálculos en una Excel en los que además se va a equivocar).
- Como puedo diagnosticar con total precisión, ahora sí que puedo elegir el mejor estándar (tratamiento conocido) para esa fractura de rodete… Y lo he hecho en una mínima fracción del tiempo que me llevaba antes de la llegada de la «Industria 4.0» médica.
¿Qué cambia en la parte de implantación, que es donde fallan la gran mayoría de las empresas?… pues realmente nada. Si el médico te pone un tratamiento, pero no lo sigues (o sea, si hay contramedidas al problema, por muy precisas que sean, pero no se ejecutan y no hay auditoria de seguimiento de dicha ejecución) el resultado es que, aunque tengas un apoyo increíblemente eficaz al diagnóstico y elección del mejor estándar conocido para la resolución del problema diagnosticado, tu brazo seguirá roto…O llevado a nuestras empresas, el problema seguirá sin resolver, pero eso sí, con unas pantallas táctiles enormes que tienen unas gráficas de colores super llamativas para que “alucinen” las visitas.
Una de las frases que escucho a menudo (aprovechando que estamos con símiles médicos), cuando proponemos la implantación de estándares para el análisis y resolución de problemas, o de mejora continua, es:
“ahora no es el momento, estamos desbordados, lo haremos en una época que estemos más desahogados”
… que vendría a ser el equivalente a decirle al médico
“ahora no me voy a tomar el tratamiento que me siento fatal, ya me lo tomaré cuando me encuentre mejor”
